Es que tiene los ojos del abuelo, o bien la nariz de la abuela… ¿Cuántas veces habremos oído esas frases o algunas parecidas, verdad? Lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué sólo parece qué heredamos los rasgos físicos de nuestros antepasados? ¿Y qué sucede con aquel mal carácter del abuelo? ¿O la constante depresión de la abuela? Pues bien, eso queremos intentar explicar, en lo que tanto el metilo, como el ADN y las Constelaciones Familiares tienen bastante que ver. Y no os preocupéis, porque hay una base científica para todo ello.
Durante muchos años, desde hace más o menos 100 años, siempre se sostuvieron dos creencias para explicar o justificar los comportamientos que nos rodean y/o acontecen en la vida: uno basado en la biología (con eso se nace) y otro en la psicología (se aprende o se hace). Seguir leyendo