Parece que llevamos el control de nuestro barco/vida y, de repente, se presentan muchas situaciones que hacen que perdamos el timón del mismo; incluso, a veces, que ese descontrol del rumbo lleve a algunas personas a perder el propio barco/vida. Todo debería seguir un plan establecido, pero no un plan cualquiera, sino nuestro propio plan de vida; ya que sino tienes un plan para ti, quizás vayas a ser parte del plan de otros.
Y es bien sencillo el fijarse si vamos conforme a nuestro plan. Normalmente, y en casi todas las sociedades, solemos perder el control del rumbo, cuando permitimos que nos afecten de forma negativa los comentarios u opiniones de los demás. A partir de ahí comenzamos a Seguir leyendo