Otro acontecimiento que trastoca los planes y que, tras nueva petición, tengo que volver a recuperar para el nuevo blog. Lamentablemente, el circo seguirá igual, pero con distinta imagen. Además de gastos y fasto innecesarios para un símbolo, de tiempos de la Edad Media, que hoy día, en pleno siglo XXI, no debería de existir.
(publicado originalmente el 11/01/2014) La verdad que viene al cuento (y no porque lo escriba yo). Podríamos darle otro enfoque, por ejemplo que los reyes están de actualidad y carecen de reputación ¿verdad?
Parece que se han ido los reyes. Pero no, siguen ahí. Los únicos con suerte, son los que creen en los Reyes Magos, porque esos, saben que hasta dentro de un año, no volverán a sus pensamientos. Mientras tanto, los otros, los realistas (no porque les guste la realeza), los que dicen que tienes que poner los pies en la tierra, en vez de andar soñando con fantasías, continúan, ellos y nosotros, padeciendo el sistema real que nos tienen implantado. Porque mira que estamos en época de cambios (de opresión para unos, de oportunidades para otros), y venga a decirnos (casi ordenarnos) que hay que emprender, avanzar, etc… Pero van, y nos ponen al hombre este tan mayor ya, al que le gusta matar animales. Que como imagen o simil de emprendimiento (más miento que emprende) no aporta mucho ¿verdad? Cansado, convaleciente, lento, torpe, inmóvil, mal semblante… Es que querer mantener una institución medieval como máxima representación… Y, que no se quieren enterar, que vamos por el siglo XXI del calendario gregoriano. Es que, creo, que nadie podría escribir un vodevil tan extenso: corrupción, maltrato a los animales, infelidades, casta, amantes, separaciones, enfermedades, vidas paralelas… Al final, de tanta mentira, van a hacer que nos olvidemos del cuento de Pinocho, y comencemos a contar aquello del hombre que le crecía una trompa…
En cuanto a la realidad, está claro. Lo que siempre digo: si quieres resultados distintos, haz cosas diferentes. Pero ya pasadas las fiestas navideñas, vuelve el fútbol y, poco a poco, el real desgobierno a darnos en la cara. Más impuestos. Menos servicios gratuitos. Más multas. Menos libertades. Y, el pueblo, los realistas, más de lo mismo. O sea, inmovilismo: hoy así y mañana lo mismo. Para que extenderse más en este tema.
Y al final terminamos, todos, con la reputación por los suelos. Sobrecostes. La foto de la borrachera indecente la han subido al Facebook (y encima te han etiquetado). Unos utilizando su mala reputación para ingresar más dinero a costa de otros. Y otros, con su ¿buena? reputación, permitiendo que aquellos sigan haciendo lo mismo. ¿Cuándo entenderemos y comprenderemos que lo de uno afecta a todos? ¿Cuándo intentaremos razonar que la reputación no es sólo de puertas para adentro? La reputación debe de considerarse como un estilo de vida. Nadie dice que debas ser condescendiente. Ni que no protestes o reclames tus derechos. Tampoco que te olvides de defender tus ideas.
Por eso propongo que los reyes, sólo sean utilizados durante un tiempo para crear ilusión y fomentar las cosas buenas. La realidad, que nos ocupe en tanto la vivamos. Y que la reputación, la manejemos con tanto mimo y cuidado, como las propiedades o dineros que dejaremos a nuestros herederos.