Ahora que ya se nota la bajada de las temperaturas, también notamos como con ellas también llegan las enfermedades más frecuentes vinculadas al invierno; que afectan principalmente a las vías respiratorias como la gripe, los catarros, bronquitis, faringitis y otras más graves como la neumonía. Pues bien, algo tan sencillo como una limpieza nasal diaria a base de agua de mar, va a preparar nuestras mucosas para la defensa de nuestro organismo contra agentes contaminantes, al mismo tiempo que elimina los agentes infecciosos. Nosotros, preferimos ingerir además, y sin falta, por vía oral nuestra porción diaria de agua de mar isotónica; y al desayuno, para que no se nos olvide.
Y es que los minerales, junto a las vitaminas, son el combustible óptimo para el buen funcionamiento orgánico, así como para la prevención y el tratamiento de dichas enfermedades. Según un estudio llevado a cabo por el doctor José Miguel Sempere, médico especialista en Inmunología y profesor de Biotecnología de la Universidad de Alicante, el agua de mar mantiene en alerta al sistema inmunológico. Por lo tanto es fundamental preparar el organismo, anticipándose a los síntomas y recuperando el equilibrio vital, a través de una buena alimentación reforzada con complementos nutricionales y agua de mar purificada. De esta forma, conseguiremos mantener el organismo en los niveles óptimos de sales minerales, ya que el agua de mar microfiltrada en frío desempeña una importante actividad moduladora sobre el sistema inmunológico.
Una correcta limpieza nasal diaria a base de agua de mar, puede reducir en gran parte las infecciones respiratorias, al mismo tiempo que elimina algunos de los agentes infecciosos para despejar la nariz de los alérgenos, el polvo y de otros contaminantes del aire. «El agua de mar que hemos investigado cuenta con la capacidad de activar a los linfocitos, responsables de coordinar la respuesta inmune celular frente a la congestión nasal, resfriados, rinitis alérgica, sinusitis, rinofaringitis y sequedad nasal», afirma José Miguel Sempere. Y recordando, una vez más, que la ingesta del agua de mar, ayuda en el mantenimiento de los niveles altos de nuestras defensas de cara al invierno.
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