Como ya comentamos a través de otro post, desde principios de este año nos hemos decidido por comenzar a consumir/utilizar y comercializar agua de mar. Y al comunicarlo a nuestros clientes y conocidos, muchas han sido las preguntas al respecto; pero una ha destacado sobre el resto: ¿Por qué utilizar agua de mar si yo ya empleo sal? Y es que uno de los ingredientes básicos en nuestra cocina es la sal común. Y, también, es por ello que para que una comida esté sabrosa no es necesario que le añadamos gran cantidad de sal. Además, si quieres comenzar a cuidar tu salud y comer más sano, deberías empezar a sustituir la sal común o de mesa, por agua de mar y no consumir más sal de la cantidad recomendada.
Sin embargo, el tema de la hipertensión, retención de líquidos o las enfermedades está presente, de los cuales el consumo excesivo de la sal común tiene bastante responsabilidad. Los datos nos cuentan que una persona consume entre 8 y 15 gramos de sal común cada día; sin embargo lo recomendable sería no sobrepasar de 5 gramos, para una persona sana, y entre 1 y 4 gramos, para una persona con la presión arterial alta, entre 1 y 4 gramos al día. La similitud entre nuestro plasma sanguíneo y el agua de mar, de donde surgió la vida en nuestro planeta, es más que evidente; y la única diferencia entre sus componentes es la cantidad de sales minerales con que cuentan: mientras que de 1 litro de plasma sanguíneo se extraerían 9 gramos de sales minerales, de 1 litro de agua de mar obtendríamos sobre 36 gramos.
Y por este motivo escribimos hoy este artículo, ya que mucha gente no sabe las diferencias que existen entre ambas sales. De un lado, la sal común está compuesta por cloruro de sodio cloro y sodio) en su totalidad, mientras que el agua de mar contiene el cloro y sodio y el resto de una gama completa de minerales y oligoelementos. La composición del agua de mar tiene presentes, y de forma natural (es decir, sin refinar ni ningún tipo de tratamiento), todos los minerales y oligoelementos que existen en una proporción y forma que los hace fácilmente asimilables para el organismo. Otra diferencia palpable, es que los minerales que el agua de mar contiene aportan matices al sabor final de un alimento, en vez de enmascararlos como ocurre con la sal común.
Como ya comentamos a través de otro post, desde principios de este año nos hemos decidido por comenzar a consumir/utilizar y comercializar agua de mar. Y al comunicarlo a nuestros clientes y conocidos, muchas han sido las preguntas al respecto; pero una ha destacado sobre el resto: ¿Por qué utilizar agua de mar si yo ya empleo sal? Y es que uno de los ingredientes básicos en nuestra cocina es la sal común. Y, también, es por ello que para que una comida esté sabrosa no es necesario que le añadamos gran cantidad de sal. Además, si quieres comenzar a cuidar tu salud y comer más sano, deberías empezar a sustituir la sal común o de mesa, por agua de mar y no consumir más sal de la cantidad recomendada.
Sin embargo, el tema de la hipertensión, retención de líquidos o las enfermedades está presente, de los cuales el consumo excesivo de la sal común tiene bastante responsabilidad. Los datos nos cuentan que una persona consume entre 8 y 15 gramos de sal común cada día; sin embargo lo recomendable sería no sobrepasar de 5 gramos, para una persona sana, y entre 1 y 4 gramos, para una persona con la presión arterial alta, entre 1 y 4 gramos al día. La similitud entre nuestro plasma sanguíneo y el agua de mar, de donde surgió la vida en nuestro planeta, es más que evidente; y la única diferencia entre sus componentes es la cantidad de sales minerales con que cuentan: mientras que de 1 litro de plasma sanguíneo se extraerían 9 gramos de sales minerales, de 1 litro de agua de mar obtendríamos sobre 36 gramos.
Y por este motivo escribimos hoy este artículo, ya que mucha gente no sabe las diferencias que existen entre ambas sales. De un lado, la sal común está compuesta por cloruro de sodio cloro y sodio) en su totalidad, mientras que el agua de mar contiene el cloro y sodio y el resto de una gama completa de minerales y oligoelementos. La composición del agua de mar tiene presentes, y de forma natural (es decir, sin refinar ni ningún tipo de tratamiento), todos los minerales y oligoelementos que existen en una proporción y forma que los hace fácilmente asimilables para el organismo. Otra diferencia palpable, es que los minerales que el agua de mar contiene aportan matices al sabor final de un alimento, en vez de enmascararlos como ocurre con la sal común.
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