¿Qué haces cuándo te conectas?
Leo que, según un reciente estudio de Connected Life, en España, 1 de cada 2 españoles está todo el día conectado. Y que un 86 % se conecta, por lo menos, una vez al día a internet. Es más, los internautas pasan más tiempo en internet que viendo la televisión. Y, ése dato, es importante donde el número de personas paradas (es decir, con muchas horas libres) es muy importante. Aunque, todavía, hay más conexiones (y actividad) desde el pc que desde el teléfono móvil (smartphone). ¿Y a qué viene ésto? Pues resulta, que el mercado español (me imagino que habrá otras personas que no lo son) tiene unas particularidades frente al resto del mundo: frente al 86 % de la media mundial, en el mercado español el 96 % de los internautas dedica su tiempo semanal al correo electrónico y la mensajería instantánea; y un 88 % realiza actividades sociales (redes sociales/plataformas digitales) frente al 79 % en el resto del mundo.Es decir, es un mercado altamente conectado (con una media de 5,8 horas diarias). Pero toda acción masiva, también puede tener cosas menos positivas. ¿Por ejemplo? Pues bien, partiendo de la máxima universal que no podemos caer bien a todo el mundo, bien sea a nivel personal o de marca, habrá que ir manejando con cuidado tanto nuestra interacción a través de internet, como el contenido que subimos con tal fin. ¿Por qué? Porque, y lo vengo observando últimamente, cada vez hay más lanzamientos a la piscina, con escaparate, que es internet. Y ante tanta masificación, debemos por intentar buscar la diferenciación con el resto de competidores u ofertantes. En la mayoría de los casos, empresas y/o proyectos salen y saltan al mundo online como un elefante por una cacharrería: es decir, sin estrategia previa y, lo peor, con prisas. Y ya sabeis, que los radares, últimamente, andan muy activos y sancionadores ¿verdad?
Lo de asentar una buena reputación online desde un principio, es fácilmente lograble desde unas bases sólidas y sencillas. Pero, también, es muy sencillo marcar un mal camino y, por lo tanto, una pésima percepción por parte del público internauta en general, de nuestro mensaje. Va esto, y en especial, dirigido al mundo de los negocios online, por los que normalmente me suelo mover y observar. Mensajes confusos, mala utilización de las distintas plataformas, desaprovechamiento de las imágenes, videomarketing mal enfocado, ausencia de estrategia con el blog, etc, etc. Y lo peor, que nuestras huestes de colaboradores, hacen que sea más equívoco y pesado, lo que ya nuestra marca o empresa ha lanzado al mundo online. En muchos casos, podríamos decir que en vez de colaboradores (o distribuidores), tenemos afiliados a auténticos spammers. Publicaciones a diestro y siniestro, a cualquier hora, y lo peor: que si uno lo hace mal y salvajemente, todavía aparece otro que lo supera. Y luego, desde la dirección, se preguntan como una idea tan buena, tiene tan poca repercusión… Entonces, claro está, vienen las urgencias y es cuando, se comienza a cuestionar a personas y colaboradores, cuando lo que debería de estar bien programado es una acertada estrategia. ¿Estrategia? ¿Qué es eso? Ahhhhh ya… Si, ya, pero ya hemos ensuciado los pantalones blancos con vino tinto, y eso cuesta de limpiar si no conoces, mínimamente, el mundo online (aunque si le echais un poco de vino blanco, se irá mejor esa mancha).
Y ahí tendrá mucho que ver, me imagino, que el 33 % de los internautas consideren molestas a las marcas. Hay también, por supuesto, un grupo el cual reconoce que le gusta interaccionar con las marcas, pero, y muy seguramente, esas marcas tendrán estrategia y, sobre todo, un equipo cualificado para tal tarea: comunicar e interaccionar con los usuarios (sean clientes o no). Pues, y según mi percepción, uno de cada tres, personas que no les gustan las marcas, es una dato bastante fuerte y representativo de como anda el patio. Sobre todo, cuando con y a través de los negocios online, es bastante frecuente el acercarte a tu círculo de influencia para intentar captar y/o vender productos ¿cierto? Pues si a quien vas con la inteción, de vender o reclutar para tu negocio, ya tiene una mala experiencia con esa marca, tendrás respuesta porque una vez sí y otra también, sigues cosechando los tan comunes «no me interesa» «¿por qué?» No insistas más, que será peor.
Por ello, siempre recomiendo que lleves a cabo acciones inteligentes y no invasivas. Que, sobre todo, no hagas a y con los demás, lo que no te gustaría hiciesen contigo. Que el mundo online, para nada, es un medio inmediato y de éxito para la mayoría. Que es un campo al que hay que dedicar bastante tiempo y mucho trabajo, para que tu mensaje, por lo menos, no sea rechazado a primera vista. Que en el mundo online, como en el real o tradicional, cuesta mucho mantener fidelizada y/o con escucha activa, al público afín a nuestros intereses.