¿Y nosotros?
Levantarse y tener un paisaje… muchas veces ni nos detenemos a mirar.
Tener con que y desayunar… muchas veces ni lo valoramos.
Estar conectado y poder compartir con otras personas… muchas veces ni lo agradecemos.
¿Y nosotros?… muchas veces ni nos saludamos ni nos conocemos.
Porque tanto ir y correr detrás de esto o aquello. Porque tengo que ir y hacer lo otro. Porque cada vez más y más seguimos obteniendo lo mismo. Porque si éste o aquel… ¿y nosotros? ¿Cuándo fue la última vez que te diste tiempo para ti? Pero para ti, de verdad. Ya, ya, este año en las vacaciones… Pero ¿a dónde vas? ¿Dónde van otros? ¿Cuándo vas a ir a dónde, de verdad, quieres ir?
Quizás, y si nos fijamos en la foto ¿qué vemos? Pues dependiendo de como te hayas despertado y levantado, así verás la foto. Depende de lo que te hayas «tragado» ya a primera hora. Depende de las conversaciones que hayas mantenido con otras personas. Depende de lo que hayas visto «impuesto» por parte de terceros.
Sinceramente, y aún vivendo en un paraíso, y teniendo un amanecer espectacular, tengo que reconocer que mi análisis también da fallos. Buen descanso, buenos propóstios mañaneros, meditación e invocación de asuntos positivos y, sin embargo… ¡¡cuando salgo me fijo que, en el cielo, se ven encima de donde vivo rastros de dos chemtrails; y un poco a la izquierda tres más; y ahora otro avión que recién deja su estela blanca; unos kms más allá la chimenea de vapor de agua de la torre de enfriamiento de un central térmica/eléctrica…
¿Qué pasos no han sido los correctos? ¿Me estoy engañando? Creo que no, sinceramente. Los cambios que, han sido muchos y postivos, dejan claramente la evolución hecha en mi (por lo menos hasta hoy), y no sólo yo los aprecio, sino que son vistos y aplaudidos por otros. Simplemente, y por costumbre o hábito, nos seguimos dejando llevar por lo negativo. Continuamos dejando llevar, quizás también por inercia, casi toda la atención hacia lo malo. Si teniendo todo lo que disponemos en esta parte del mundo ¿cómo ocurrirá en otros lugares, dónde ni el más mínimo atisbo de respeto por la vida se lleva a cabo?
Nos queda mucho aún, sí a nosotros, para que lo de alrededor cambie. Está cambiando, pero hacen falta más. Tenemos que ser más y, por supuesto, mejores. No es con pesimismo, sino más bien para incidir en la constancia y en la paciencia. En el de no abandonarnos. En lo de agarrar, más aún si cabe, confianza en y para nosotros mismos. Tanto en el exterior… Tan poco para el interior.
Ya se que las manos que mecen las cunas del mundo, andan agitadas y soliviantadas. Ellos si que lo ven pesimista y gris su inmediato futuro. Pero, aún así, hacen acopios de fuerzas y ponen todo su tesón en que las cosas no cambien, que sigan igual para ellos, aunque para los demás, el resto, la mayoría, les suponga más coacción de sus libertades y, por tanto, de oportunidades para el disfrute de todo lo positivo que se muestra ante nosotros. No nos enfoquemos en lo que no, en lo negativo. Vayamos y giremos nuestro objetivo hacia lo positivo, hacia nuestros sueños. Aunque ellos, nuestros sueños, se conviertan en pesadillas para quienes nos quitan los nuestros.