Twitterland (la tierra de Twitter) y cada uno.
Me encuentro, a primera hora, con un post sobre cosas que la mayoría, o muchos, de los que tuiteamos, hacemos en la red social Twitter. Se refiere a los hechos que considera que no son acertados. ¿Para qué? ¿Por qué? Bueno, cada uno es libre de hacer lo que crea conveniente. Además, en una red muy participativa, tanto a nivel personal como marcas y/o empresas (recordad que detrás de las maracas, siempre, siempre hay personas), y siempre podrás seguir y/o bloquear a quien desees. Yo sólo me voy a manifestar en dos cosas que no estoy de acuerdo con el autor, y en otra, y muy importante, que se olvida de citar (por lo menos en éste post).
En primer lugar sobre lo de perder tiempo en agradecer a otros tuiteros que te sigan. Yo lo hago. No cada vez que alguien me sigue, sino una vez a la semana o cada quince días, me tomo el tiempo de revisar quienes se han sumado a mi canal, y en cada tuit incluyo los que quepan, dándoles las GRACIAS (en mayúscula, no por gritar, sino por poner el énfasis en que les agradezco que tengan interés en lo que tuiteo). Unas veces salen 3 tuits, otras seis… depende del número de nuevos seguidores. Para mí, y desde que comencé con Twitter, es importante ese hecho. Ésta paltaforma digital no es una red social cualquiera, siempre me pareció la más social (a mi forma de ver y entender Twitterland). Es como si circulas en coche o en moto. ¿A qué hay diferencias? Hace años no tengo la suerte de poder circular en moto, pero de la que lo hacía, había una cosa clara que te diferenciaba al ser motero: la complicidad con otros moteros. El saludo, la ayuda para con cualquier otro que tuviese un problema en la carretera, la facilidad para entablar una conversación en las paradas…
En segundo lugar, viene a colación de que dice o insinúa, que no le gustan aquellos que hablan de todo un poco. Pues bien, estar siempre hablando de lo mismo (sea personalmente o profesionalmente), sí me da la sensación de que tengo a un robot delante. No quiere decir que no vaya a seguirle, o que lo que tuitee no sea interesante o digno de leer. Simplemente digo que somos personas, y participamos en la plataforma digital para tejer redes sociales. ¡¡Sí!! Relaciones, al fin y al cabo. Ya sean con otras personas, con las marcas donde las personas hacen su trabajo. Al igual que sigo a personas porque lo que tuitean me gusta o es interesante, también sigo a algunos (puede ser desde mi cuenta personal o alguna marca mía) que para nada me gusta su filosofía o estilo de vida. Por eso, y me parece importante, aunque sea difícil de llevar a cabo, que aceptar (o intentar hacerlo) a otras personas que piensan y hacen otras cosas distintas a ti, se convierte en algo importante que aporta riqueza y crecimiento personal para tu persona.
Y para terminar, en lo que concierne a algo que creo se olvidó (o quizás haya citado en otro post). Es sobre las personas que actúan dentro de Twitter, con sus tuits protegidos. No me gusta. Y como ejemplo, siempre digo lo mismo ¿qué opinión te merece qué alguien te venga a vender u ofrecer cualquier cosa bajo un burka? Simplemente no le haría caso. Y no me digais que si el respeto por sus creencias. Las creencias sólo dependen de si te encontrases en un país bajo leyes islamistas radicales o no. En aquellos lugares quizás me implicase más en escuchar que donde vivo. Si no se quiere que se sepa lo que escribes o publicas, mejor no participes. Si te preocupa la reputación online (haces bien), hay cosas mucho mejores que protejer tus tuits. Recuerda que puedo tener un amigo que sí los vea y me los comparta.
Por cierto, que mi opinión no es patente de corso, pero si lo deseas te invito a que tuitees y, si lo deseas,interactuemos por Twitter. Es una red social que merece la pena. ¿Qué no lo entiendes? Muy sencillo. Aquí te va otro ejemplo… La mayoría de juegos de cartas, puedes aprender observándolos. Pero quiero que sepas que, si deseas aprender a jugar al mus, tendrás que sentarte a la mesa, ya que desde afuera te será muy difícil manejar el juego. Por ello te «envido» a que me sigas en mi cuenta de Twitter y, si no te gusta lo que ves, pues dejas de seguirme. Eso sí, si te veo como seguidor, seguro que a agradeceré tu presencia con un GRACIAS.