Érase un hombre que tenía dos perros: uno era de caza y el otro era el guardián de la casa. Así que, cuando salía de caza siempre llevaba al primero y al regresar, si había alguna pieza cazada, le daba un pedazo de la misma al perro guardián.
Entonces, el perro de caza, descontento con la situación, Seguir leyendo