Todos tenemos claro lo que respecta con la fecha de caducidad en los alimentos, sin embargo con el tema de los cosméticos (que pasan al interior de nuestro cuerpo a través de la piel) da la impresión de que nos lo tomamos mucho más a la ligera ¿cierto? Sucede que cuando en un producto varían sus características organolépticas (como el color, su textura, su olor e, incluso, alguna separación de alguno de sus ingredientes) no deberíamos de utilizarlo. Ya que, sus componentes se oxidan y van perdiendo sus propiedades para las que fue fabricado; y, dependiendo del tipo de producto y del tipo de piel, puede causar reacciones de hipersensibilidad cutánea como picores, escozores o llegar a provocar eccemas.
Pues bien, la legislación europea sobre los cosméticos es una de las más rigurosas del mundo. Destaca, por ejemplo, que en cada envase debe de figurar Seguir leyendo