Quizás ya lo sepáis, pero existe una leyenda japonesa, en la cual las relaciones humanas están predestinadas por un hilo rojo que los dioses atan a los dedos meñiques de aquellos que se encontrarán en esta vida; y, por ello, las dos personas conectadas por este hilo tendrán una historia importante (o no), sin importar el lugar, el tiempo o las circunstancias. Y lo llamativo que nos cuenta la leyenda, es que el hilo rojo se puede enredar, contraer y estirar, pero nunca se puede romper.
Al parecer, esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria cubital conecta el corazón con el dedo meñique (ocurre en muchas culturas se efectúan promesas al entrelazar este dedo con el de otra persona). Dentro del mundo occidental se suele interpretar que Seguir leyendo