Últimamente, cada vez se suele dar con más frecuencia, en mi caso, el hablar sobre algunos temas ¿espirituales? con personas inquietas, las cuales viven en su vida diaria sin nada de espiritualidad (más bien siguen en la materialidad absoluta), o bien me encuentro en lugares a los que visito o viajo con personas más afines a otro tipo de consciencia. Es decir, a lo que una gran minoría denomina «personas despiertas».
¿Por qué? Pues bien, porque mi consciencia o propósito de vida ha ido haciéndose más Seguir leyendo