Cuentan que un día estaba un mullah (religioso islámico) en la calle a cuatro patas, buscando algo, cuando se le acercó un amigo y le preguntó:
– ¿Qué haces?
– Él le respondió: «Perdí mi llave».
– «Oh, ‘mullah’, te ayudaré a encontrarla». Se arrodilló y Seguir leyendo