No siempre trabajé para mi mismo, sino que durante muchos años tocó padecer y disfrutar aventuras y desventuras por «cuenta ajena». Cuando aquella, también existían los sindicatos. No tengo yo recuerdos que, en los ambientes laborales por donde pululaba, existieran otras opciones que las de los herederos del sindicato «perpendicular» franquista: la UGT y CC.OO. Quizás fueran tantas idas y venidas laborales, quizás la desafiante juventud o quizás, también, que hubo un tiempo que trabajando se ganaban «perres» (dinero); pero nunca me llamó «eso».
¿A qué viene esto? Pues, en primer lugar hay que escribir «algo»; y en segundo lugar, que desde hace Seguir leyendo