Casi con absoluta normalidad, la mayoría de la población suele darle más importancia al género y la genética que al orden de nacimiento de las personas dentro de una familia. Sin embargo, y cuando llegan a un taller de Constelaciones Familiares, algunos, se sorprenden al encontrarse con que el lugar que ocupan no es el que ellos mismos pensaban.
Damos por hecho que una persona que no llegó a nacer (aborto, natural o provocado), no ocupa lugar alguno dentro del clan familiar. A veces, y si nos cuentan, o tenemos conocimiento de ello, admitimos y recordamos a Seguir leyendo