Imaginaros que en vuestro negocio, tenéis la ¿suerte? de tener una o varias personas, que os gestionan y/o dirigen el mismo. Imaginaros que las cosas se vuelven un poco del revés y, por ello, esas personas encargadas de vuestra empresa, comienzan a hacer cosas que, ante vuestros ojos (y resultados) parecen dar sus frutos: despiden a trabajadores, rebajan los salarios, recortan en los productos a comercializar, etc, etc.
Vosotros, como os sigue llegando la misma cantidad de ingresos, pensais que son situaciones coyunturales y pasajeras que, por cierto, vosotros no habeis provocado, y, por ello, ni os preocupais ni opinais. Además, veis como otras empresas de alrededor, incluso de la competencia, van cerrando. Y, ése hecho, os afianza aún más en la creencia de que vuestro negocio y esos «ajustes» Seguir leyendo