No siempre trabajé para mi mismo, sino que durante muchos años tocó padecer y disfrutar aventuras y desventuras por «cuenta ajena». Cuando aquella, también existían los sindicatos. No tengo yo recuerdos que, en los ambientes laborales por donde pululaba, existieran otras opciones que las de los herederos del sindicato «perpendicular» franquista: la UGT y CC.OO. Quizás fueran tantas idas y venidas laborales, quizás la desafiante juventud o quizás, también, que hubo un tiempo que trabajando se ganaban «perres» (dinero); pero nunca me llamó «eso».
¿A qué viene esto? Pues, en primer lugar hay que escribir «algo»; y en segundo lugar, que desde hace unos días dejé de insertar en las distintas redes sociales, mensajes de «éxito» al pasar un día más sin comprar en dos cadenas asturianas de supermercados: Alimerka y Masymás. Todo lo concerniente al comienzo, ya está explicado en otro post anterior: Alimerka, apuntes de una huelga. Y no es el hecho de dejar de subir imágenes para protestar/apoyar a unos trabajadores que reclaman algo legal y justo, sino que muchos de vosotros, a través de mensajes privados, me preguntásteis sobre el tema: «¿ya no pones más imágenes?, ¿a ti también te compraron?, ¿ya cansaste?».
El caso es que no continúo ya que hay algo inamovible: no se puede ayudar a quien no quiere que se le ayude. Es decir, la responsabilidad de las patronales (defienden lo suyo, nos guste o no), la irresponsabilidad de los sindicatos mayoritarios (son mayoritarios porque muchos trabajadores los mantienen y votan en elecciones sindicales) al desconvocar la citada huelga para ir a un callejón sin salida y, el tercer pie, la locura de los trabajadores que, haciendo casi siempre lo mismo (la mayoría), pretenden lograr resultados distintos, hacen que no apoye más públicamente sus peticiones; aunque siga ejerciendo mi derecho a gastar mi dinero donde más me guste o convenga y, casi al 100 %, no vuelva a pisar esos establecimientos. Y repito, respetando mucho a todas las partes (cada uno está en el punto evolutivo que le toca), sigue habiendo muchas posibilidades, desde el punto de los consumidores, para cambiar las cosas; pero, también, y sin duda, desde los trabajadores no se cambian las cosas porque ellos no quieren. Lo peor, es que hay posibilidades y opciones, y nadie quiere caminar por esos nuevos, desafiantes y prometedores caminos.
NOTA. ya que atañe a Asturies principalmente, tenía que estar escrito en asturianu, pero como el anterior ya se hizo, por motivos evidentes, en castellano, este sigue el mismo camino. El próximo a este tema (si lo hay): esin torgues na llingua del país de nueso.