Monta tanto. ¿Tanto monta?
En estos días, en el que la mayoría de los políticos, se dedican al deporte español de inaugurar, andan de evento en evento (cada uno con sus acólitos) celebrando el inicio del curso político (también inauguración)… Pero, como casi siempre, las noticias de fondo que deberían de hacernos reflexionar, se «olvidan» en las redacciones, tanto de los periódicos como de los telediarios y demás tertulias televisivas. Aparte, de los «graves» problemas futboleros que, ocupan al soberano pueblo, mantienen en un segundo plano los nefastos datos sobre el empleo y la economía, las elecciones por la independencia en Escocia, la verdadera estafa de un sitema piramidal hacia sus ciudadanos, destrucción del medio ambiente, etc, etc…
Pero si algo utiliza, últimamente, el sistema, es el caso Pujol. ¡¡Sí!! Hay un corrupto que ha reconocido los hechos. ¡¡Hurra!! Antes que penseis mal (que algunos lo haceis y lo sabeis), decir que lo de éste punto honorable, es de traca. Y me parece repugnante. Ahora bien, yo me hago unas preguntas que no entiendo. ¿Por qué tanta traca con el dinero de Jordi Pujol, cuando, al parecer, los que de verdad han hecho cosas graves son sus hijos? ¿Qué tanta importancia tiene aquí esa herencia pujolana y, sin embargo, hace poco tiempo, la herencia del ex-rey Juan Carlos con los dineros de su padre no? Ya sé que no todos somos iguales ante la ley, ni tampoco lo seremos en el futuro. Pero es que entre tanto constitucionalista que se rasga las vestiduras por una consulta en Cataluña, lo de que todos somos iguales ante la ley ¿qué pasa con ése tema? Y no venir diciendo que es que el rey es inviolable (bueno, si lo dejamos en manos de elefantes, creo que cambiaría un poco), cuando el artículo de todos somos iguales viene antes de que el rey es inviolable. Es más, antes, vienen, también, otros que dicen sobre la vivienda y el trabajo para todos… ¿Y eso se cumple? Y, si lo dice la Prostitución, digo la Constitución, y no se lleva a cabo ¿no es también ilegal?
Segguramente, ésta cortina de humo (como otras tantas) logrará su efecto. Al honorable no le pasará «res» (nada en catalán y, también, en asturianu), y seguirán repartiéndose, los de siempre, la tarta y quedándose con los mejores trozos ¿Apostamos? Yo, a partir de ahora, os propongo, a la hora de captar y leer información sobre cualquier tema, os hagais la pregunta policíaca de «¿A quién beneficia esto?» Y, posteriormente, saqueis vuestras conclusiones. Porque una cosa es informarse, y otra bien distinta es estar informado