Quizás aún no lo sepas, pero tienes la suerte (o la desgracia) de estar viviendo una época crucial y única dentro de la historia de la humanidad, sobre todo si vives en una gran o mediana ciudad constantemente: es la época en la cual el hombre ha estado en menor contacto con la flora y la fauna en toda su historia. ¿Qué opinas? ¿Sabes qué los expertos aseguran que es uno de los principales motivos de la mayoría de los problemas, tanto físicos como mentales, que multitud de personas padecen hoy en día? Y es que está claro, a la mayoría, la vida moderna y actual, los llevan hacia una dirección distinta.
Y es que actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en entornos urbanos o ciudades; y, también, es un hecho que a día de hoy se incrementan los problemas como la depresión y la esquizofrenia. Y parece claro, así mismo, que las personas que viven en ciudades tienen un riesgo 20 % más elevado de presentar trastornos de ansiedad y 40 % más probabilidades de tener trastornos del humor que quienes residen en zonas rurales. No es extraño, por tanto, que estos científicos soliciten tener acceso regular y constante a los espacios naturales, ya que esto redundaría beneficiosamente en la salud mental de la mayoría de las personas del planeta.
Un estudio del año 1984, publicado en la revista Science por el psicólogo Roger Ulrich, analizó las tasas de recuperación entre pacientes hospitalarios con cirugías de vejiga, y encontró que aquellos que tenían vistas a un paisaje natural se recuperaron más rápido, necesitaron menos analgésicos y tuvieron menos tiempo de hospitalización y menos complicaciones postoperatorias que los que tenían vistas urbanas. Sirva igualmente otro ejemplo, el estudio de la Universidad de Stanford, publicado en 2015 por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, en el cual se determinó que un grupo de individuos que caminó durante 90 minutos en un ambiente natural, al compararlo con otro grupo que lo hizo a través de ambientes urbanos de alto tráfico, presentó una menor actividad en una región cerebral asociada con el desarrollo de la depresión; esos mismos participantes también fueron menos propensos a pensar repetidamente en temas ligados a emociones negativas.
Todo ello, y mucho más, lleva a pensar que ante los estímulos provenientes de la Naturaleza, nuestro sistema nervioso parasimpático responde de una forma que nos lleva a la consecución y mantenimiento de nuestra vitalidad; logrando menores índices de tensión arterial, reducción del colesterol, menor incidencia de las migrañas o cosas tan saludables como una menor tendencia a fumar o ser menos propensos a beber y comer en exceso. Esto se debe a que la Naturaleza desprende numerosos compuestos químicos y biológicos que contribuyen a fortalecer nuestras defensas; es bien sabido que el aire de zonas boscosas y montañosas o cercanas a ríos y mares, contiene altas concentraciones de iones negativos, que reducen la depresión y su consecuente cadena de reacciones orgánicas. Por eso un buen baño de playa o un paseo al atardecer entre árboles nunca pierden efecto para reconectar nuestro cuerpo y nuestro espíritu; ante lo cual, y si no puedes permitírtelo frecuentemente, nosotros ponemos a tu disposición un medallón de iones negativos, que traerá, y mantendrá, los beneficios naturales cerca de ti.