Normalmente las noticias que suelen llegar sobre los indios navajos, suelen ser negativas y relativas a homicidios. Y es que la calidad de vida de estos casi 200.000 navajos, que viven en un área de 70.000 kilómetros cuadrados (el tamaño de Bélgica y Holanda juntas) de un entorno rural y desértico entre los estados de Arizona, Nuevo México y Utah (USA), parece ir degradándose poco a poco; hasta el punto de tener una tasa de homicidios cuatro veces superior a la media del país (18,8 / 100.000 personas).
Pues hace cosa como de tres años que se iniciaron los contactos, entre los indios navajos y una empresa española para cultivar ajos en los terrenos de su vasta reserva. Fue cuando el director general de la reserva se acercó en una feria del sector en USA y propuso a la empresa española, sembrar ajo allí porque necesitaban introducir cultivos que crearan puestos de trabajo en la reserva y el ajo es una planta que requiere mucha mano de obra. El año pasado, en noviembre concretamente, se comenzaron sembrando dos hectáreas de ajo morado español, el preferido por el mercado estadounidense, como prueba para ver cómo va el cultivo; aunque tienen la certeza del éxito en el cultivo, ya que las temperaturas de la reserva de los indios navajos se asemejan bastante a la zona de Andalucía donde la empresa cultiva ajos. Estiman que esta primera producción, se obtendrán entre 18.000 y 22.000 kilos de ajos; y, si no surgen contratiempos, el próximo otoño ampliarán sembrando 80 hectáreas.
El acuerdo consiste en que la empresa española aporta las semillas y la maquinaria, y los indios navajos cobran un porcentaje por cultivar los ajos y llevarlos al puerto de Dallas. Se da la circunstancia, que la empresa española ya es el mayor mayor fabricante europeo de ajo negro, con 200.000 kilos al año. Además se da la particularidad de que es la única empresa en el mundo que elabora cebolla negra.