La historia del perfume, ya viene de muy antiguo… Tenemos, por ejemplo, el conocimiento de una receta para elaborar un perfume a partir de un aceite esencial, de hace 3000 años; encontrada sobre una tablilla de cerámica en el Templo de Assur (Irak). También sabemos que, en la antigua Babilonia, tenían unos amplios y elevados conocimientos para la elaboración de ungüentos, medicinas y perfumes, que durante los siguientes 2000 años apenas sufrieron variaciones.
Sin embargo, lo que llama la atención es la aparición, de la considerada primera perfumista (Taputti-Belatekallim), en unos de los textos más antiguos de la humanidad. En ellos se habla de los distintos procesos para fabricar perfumes; se citan técnicas como la sublimación, la maceración, la extracción de aceites y/o grasas, así como la preparación de aguas perfumadas para llevar a cabo baños. En estos textos cuneiformes, Taputti-Belatekallim describe el uso del aceite de los dátiles y el aceite de castor para llevar a cabo extracciones; así como la elaboración de perfumes a partir del petróleo.
Taputti-Belatekallim fue mencionada y reconocida por las propias autoridades de la época, en Babilonia, con lo que se reconoce el oficio de perfumista en aquellos tiempos. Así lo atestigua su segundo nombre, el cual viene a decir que era «dueña de su casa» y que estaba al cargo de los perfumes.