La Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró, y dio a conocer, un informe, que fue presentado en Ginebra (Suiza) el pasado mes de noviembre (entre el día 6 y el día 10), en el que se afirma que el cannabidiol (CBD), presente en la marihuana, no presenta riesgos para la salud ni desarrolla ningún tipo de adicción o dependencia.
Por ello, dicha institución, agrega que no debería formar parte de la lista de «sustancias controladas»; es decir, aquellas drogas que deben tener una fiscalización especial dado su peligrosidad. La planta de cannabis fue incluida dentro de esta categoría en la Convención Única sobre Estupefacientes de Naciones Unidas en 1961.
El CBD es el mayor componente de la marihuana, el cual se calcula que contiene cerca de doscientos tipos de cannabinoides diferentes. Entre ellos, también se encuentra el tetrahidrocannabinol (THC), el principal constituyente psicoactivo de la planta (es lo que te hace flashear). El CBD es conocido por ser el máximo protagonista en el uso medicinal del cannabis; es el principio activo de los aceites, extractos y tinturas. Si bien la OMS afirma que se requiere seguir avanzando con las investigaciones, los primeros estudios científicos arrojan resultados positivos. Sus beneficios ya se ven aplicados con éxito en tratamientos de diversas patologías.