Emprendiendo ¿pasión o necesidad?
La definición de emprender es aquello de comenzar una obra, negocio, start-up, etc… pero que conlleva dificultad o peligro. O sea, más bien como iniciar una aventura ¿verdad? Por lo tanto el emprendedor es alguien que necesita ser resolutivo para enfrentarse a acciones dificultosas ¿de acuerdo? Entonces os hago la pregunta del título del post ¿pasión o necesidad?
De la pasión, creo, es la principal virtud del emprendedor. Y no precisamente, porque virtuoso conlleve ser exitoso. Si no porque cualquier aventura carece de un nivel de seguridad conocido o precedible, y sin el apasionamiento la visión no nos haría ir a por ella.
Sin embargo, a través de la necesidad creada últimamente por el entorno social, observamos a un montón de personas lanzadas a la desventura. Porque, quizás valorando mucho más el peligro, se dejan llevar a donde otros dicen y ellos, todavía, no saben si quieren o no…
Que es bueno emprender siempre lo he defendido y, encima practicado. Además, siempre ofrezco alguna opción, quizás no tradicional, pero es que emprender, de verdad, aunque se lleva haciendo desde tiempos inmemoriales no es tradicional.
Y, critico que, desde muchos ámbitos, se intenta convertir a personas en Indiana Jones en el mundo de los negocios y del emprendimiento. Y no está bien, porque cuesta dinero, sinsabores, fracaso, relaciones, amigos y… no todos están preparados para soportarlo. Por eso, hablo para unos de riesgo y para otros de peligro: el emprendedor sabe qué es el riesgo y lo diferencia del claramente del peligro. Sabe que, temprano o tarde, el peligro pasa factura. Sin embargo el riesgo se lleva en la actitud de vida y es experiencia de la misma.
Un emprendedor, no cesará una vez haya logrado definir y poner en marcha una idea; continuará en su afán de emprender con riesgo. Por el contrario, el de la necesidad, una vez logrado el objetivo de ocuparse, no volverá a enfrentarse al peligro.
en 6:16 pmEs cierto que este1 algo mfitiicado el termino de emprendedor, pero al final se acerca me1s al currante que al directivo de e9xito, sobre todo los primeros af1os. Quien algo quiere, algo le cuesta.