Las garrapatas, a las que les gusta esperar en las hierbas altas, se adhieren a animales o seres humanos para alimentarse de su sangre y no se sueltan hasta que se hinchan y su cuerpo se llena por completo. Ya sabemos que el verano es tiempo de garrapatas, pero seguramente habrán aumentado en número, ya que el aumento de la vegetación por el incremento de las lluvias esta pasada primavera, lo propiciará, sobre todo, en el campo y el entorno rural. Aunque también pueden llegar a las ciudades, debido a que es muy fácil que viajen pegadas a los cuerpos de animales y/o personas después de un paseo por la Naturaleza.
Y es que las ciudades también son un territorio propicio para las garrapatas, sobre todo cuando aumentan las temperaturas. Les gusta refugiarse en viviendas de planta baja con jardín y/o en los chalés con vegetación alrededor. Recordamos el caso de un hombre de Madrid, que se vio contagiado por la picadura de una garrapata en San Juan del Molinillo (Ávila), al que una garrapata transfirió el virus de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo durante un paseo. Otras enfermedades que pueden transmitir son la anaplasmosis, el tifus o la enfermedad de Lyme. Aunque es cierto que tan solo un pequeño porcentaje de las picaduras de las garrapatas infectadas provoca transmisiones de virus a seres humanos, es importante extremar las precauciones (utilizar ropa protectora adecuada, que deje visible la menor superficie de piel posible con pantalones largos, botas y la camiseta por dentro del pantalón) para evitar desarrollar una enfermedad que puede llegar a ser mortal. En los animales, especialmente los perros, son la babesiosis y la erliquiosis las enfermedades más comunes que transmite.
Quizás el cambio climático pueda ser la causa principal que explica la llegada de virus de otras latitudes, debido a que los otoños son cada vez más suaves, en los inviernos ya no hiela con tanta frecuencia y los veranos con temperaturas cada vez más elevadas, lo que redunda en unas circunstancias que, unidas, dan el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de garrapatas y, por tanto, las enfermedades que transmiten.
Así pues, tras una exposición a ambientes donde cabe esperar la presencia de garrapatas, es importante revisar tanto la ropa como la piel y el pelo; así como las zonas calientes como las axilas, el cuello, la cintura y la cabeza, las cuales son sus preferidas. También, y desde nuestra parte, te invitamos a que conozcas acerca de un suplemento nutricional, 100 % natural y sin conservantes, Boreliss Pro, que fortalece el sistema inmunológico y, además, minimiza las consecuencias del contacto con garrapatas.