Aunque tan solo llevamos «dentro» del mundo de las criptomonedas solo 8 meses, no vamos a declararnos «gurús» ni tampoco «influencers» dentro de este mundo tan cambiante y desafiante. Sin embargo, creemos que tenemos derecho a expresarnos por dos motivos principalmente: el primero, porque antes de incursionar éramos unos negacionistas; y en segundo lugar, porque hemos invertido unos «eurillos».
En contraposición a la inseguridad financiera inducida por la pandemia (COVID19, que para nosotros no es más que un «confina» y «miento»; por lo menos en nuestra zona), los gobiernos de todo el mundo están imprimiendo monedas fiduciarias de la nada. Mientras que Bitcoin va en la dirección opuesta, y se está convirtiendo en un producto más escaso y más valioso. A ello hay que añadir que dentro de unos días, sobre el próximo 11 de mayo, se va a producir un gran evento para la comunidad bitcoin: el famoso halving, o mejor dicho la reducción, a la mitad (6,25 BTC), de las recompensas para los mineros de la criptomoneda más valorada en el mundo. ¿Qué nos va a suponer estos dos hechos?
También hay que señalar que, durante estos últimos tiempos, no se para en difundir noticias y análisis de la posibilidad de que Bitcoin tome el relevo del oro como una reserva de valor, sobre todo en tiempos de escasez y/o recesión. Ya llama la atención que en tan solo 10 años se le compare con un elemento que lleva ya funcionando 5000 años, ¿cierto? Pero claro, contrario a la dinámica de los países y bancos centrales (por decir algo), que solo hacen imprimir más y más papel de la nada; así que como el oro, que ha aumentado la cantidad extraída durante las últimas décadas (de 2500 t a 3000 t por año); el Bitcoin va en dirección totalmente contraria, es decir, la cantidad de bitcoin introducida en el sistema disminuirá ligeramente a través del mecanismo de reducción a la mitad.
el proyecto de Ley de Estímulo de los EE.UU.No se puede uno olvidar, tampoco, acerca de factores externos como elementos a tener en cuenta a la hora de fijar un precio a corto plazo. Por ejemplo, el propio virus COVID19 ha modificado, y en muy poco tiempo, todas las reglas conocidas. Otro claro ejemplo es el precio del petróleo, cuyos futuros para dentro de unos meses, ya se han negociado en números negativos. Del otro lado, sobre todo con respecto al dinero FIAT, todavía no sabemos que deparará, por ejemplo, el proyecto de Ley de Estímulo de los EE.UU.; la cual «inyectará» en la economía norteamericana 2 billones de U$D para ayudar a los estadounidenses a compensar el impacto económico del COVID-19 (esa cifra es más del doble, un 240 %, de la cantidad de todo el capital en todo el mercado de criptomonedas durante su pico de 2018).
Por todo ello, creemos que, valorando uno y otro, además de la confianza con la que hemos entrado en este nuevo mercado para nosotros, el futuro de Bitcoin no puede ser otro que súper brillante. ¿Por qué? Pues por esto:
– Cada vez más personas, entre las que nos incluimos, están aprendiendo más sobre el dinero físico. Sobre todo, aprendiendo lo que significa inyectar grandes cantidades de dinero «gratis» en los mercados.
– El hecho de que Bitcoin ofrece un enfoque alternativo sobre el hecho potencialmente peligroso de la política inflacionaria, al reducir a la mitad el aumento de la tasa de dinero en su modelo económico. Es decir, solo van a existir, cuando se complete, 21.000.000 de BTC; ni más ni menos.
3) Que parte del dinero libre «sobrante» podría dirigirse hacia al mundo de las criptomonedas, potencialmente más saludable, cuantas más personas se den cuenta de cuán graves se vuelven los problemas del dinero en el «mundo real».
Así que te animamos a que te informes más y mejor acerca de las criptomonedas y sus mercados. En concreto sobre el mundo del criptoarbitraje que, semana tras semana, nos recompensa y nos anima a compartir y difundir sus beneficios y utilidades.