El color del marketing de la marca.
Parece que son imperceptibles, que no están ahí y, sin embargo, tienen su función. Una gran función. Casi sin darnos cuenta, pero todas las marcas tienen color en sus logos ¿cierto? Aunque sea el blanco, o el negro o, incluso, ambos.
Los estudios nos dicen que el color de un producto influye entre un 60 y un 80 por ciento, en la decisión de compra de los clientes. Por ello, cuando, desde lejos, nos acercamos a una empresa o tienda, lo primero que deríamos de ver es logo. Y sobre ese tema, un estudio entre las 100 mayores compañías del mundo (basado en el valor de su marca), nos da que el 33 % usa el azul, el 29 % utiliza el rojo, el 28 % tiene el negro o escala de grises y que un 13 % apuesta por el amarillo. Además nos cuenta que en el 95 % de las compañías se utilizan uno o dos colores en el logo, y que tan sólo el 5 % tienen más de dos colores. Que entre el 41 % sólo tienen como logo el nombre de la empresa o marca y que (dato muy curioso) en el 9 % de los casos no aparece el nombre de las compañías.
Para continuar un poco más, con datos acerca de los colores, en el citado estudio llevan a cabo una divisón en dos grupos: los colores que llaman la atención o son considerados calientes o que transmiten energía y el resto que se consideran más fríos y que, por tanto, implican más calma o seguridad.
Pero, hagamos un repaso en general a la significación y la posible interpretación, para los clientes, de los colores más usuales entre dichas marcas. Así:
– ROJO, un color cálido que evoca pasión y una respuesta visceral. Está comprobado que aumenta el ritmo cardíaco y respiratorio, y también que activa la glándula pituitaria. Podríamos calificarlo como un color que llama la atención, agresivo y energético. En definitiva, un color provocador.
– VIOLETA, es un color frío. A la vez sofisticado y misterioso, que suele ser asociado para con la espiritualidad. Un color vinculado para con la realeza, que denota algo de nostalgia.
– AZUL, el color más utilizado y dentro de los fríos. Quizás sea por su reminiscencia hacia el cielo y/o los océanos. Suele transmitir confianza, seguridad y reponsabilidad.
– VERDE, es también un color considerado frío. Es sinónimo de frescor, salud y calma. Como existen muchas tonalidades, los verdes más intensos se suelen asociar con la opulencia y los suaves con la serenidad. Por ello podemos considerar que transmite riqueza, prestigio, salud y serenidad.
– AMARILLO, es un color cálido que nos recuerda al Sol y nos transmite esperanza y optimismo. Es especial para llamar la atención sobre los clientes, a los que evoca creatividad y energía.
– NARANJA, es un color cálido que combina el brillo y alegría de un amarillo, con la audacia y energía del rojo. Nos lleva a los juegos, la diversión, la vitalidad y la exhuberancia. Siempre vinculado con la vida y la excitación.
– MARRÓN, un color frío que transmite simplicidad y, también, fuerza y durabilidad. Es un color que nos lleva a La Tierra, con lo natural y sencillo. Aunque muchas personas lo vinculan con la suciedad.
– NEGRO, un color incluído, aunque parezca lo contrario, dentro de los cálidos o que llaman la atención, que es utilizado por quienes transmitir, por encima de todo, la sofisticación. Es ideal para usar junto con productos caros.
– BLANCO, es un color frío que representa la pureza y la limpieza. Muy utilizado en el campo del cuidado de la salud y los negocios relacionados con la infancia.
No obstante, esto es el reflejo de un estudio entre las principales marcas, lo cual no quiere decir ni que no hagamos caso ni que, tampoco, aprovechemos lo que ellos han hecho. Nada está escrito, ni nada es eterno. Lo que sí tengo claro, es que utilices el color que creas, o te apetezca, más necesario, no dejes de llevarlo de la misma forma y consistencia a través de cualquier estrategia de marketing para con tu empresa o marca. No confundas al cliente y, mucho menos, en base a unos colores cambiantes.