Para encontrar productos ecológicos, bio u orgánicos, algo que comienza a ponerse de moda, vamos a tener que acudir a tiendas especializadas tipo tiendas ecológicas o herbolarios. Los productos, los cuales de momento no son multitud en España, están siendo comercializados por marcas muy pequeñas (la mayoría son empresas familiares), pero al auge de estos alimentos es imparable y cada vez los veremos con más facilidad; incluso hasta en los supermercados para terminar en las grandes hipermercados de la alimentación. Ahí comenzará la confusión con el fin de que, con tanta duda, dudemos de quienes comenzaron con este mundillo.
Por ello creemos que es muy importante poner el foco en la definición de cada concepto. Así:
– Ecológico, que se refieren a cualquier alimento que se ha producido, básicamente, sin el uso de pesticidas, ni fertilizantes químicos, ni han utilizado transgénicos. La Unión Europea, mediante la normativa que regula este tipo de productos, y para ponerlo algo más sencillo al consumidor, creó un sello que identifica este tipo de productos.
– Biológico, que mediante el término «bio», la Unión Europea agrupa a aquellos alimentos/productos que no hayan sido alterados genéticamente o que no hayan sufrido alteraciones en un laboratorio para conseguir sabor, color, textura, etc. Sobre todo referido a frutas y verduras. No significa que no se hayan usado pesticidas para su cultivo, por lo que aquí el término se amplía muchísimo y cabe casi de todo; por ello se complica mucho para el consumidor ya que existen decenas de asociaciones en toda Europa que tienen su propio sello «bio».
– Orgánico, que es prácticamente igual a lo ecológico, pero que no se usan pesticidas, fertilizantes químicos; sin embargo, pueden estar manipulados genéticamente. En algunos países de la Unión Europea, como Portugal o el Reino Unido, se usa «organic» como sinónimo de ecológico.
En algunos productos verás en letras muy grandes ECOLÓGICO y cuando le das la vuelta resulta que del listado de ingredientes solamente uno o dos de ellos son ecológicos, el resto no. Lo mejor, de momento, es revisar muy bien el listado de ingredientes para ver si es cierto o es puro marketing.