De pirámides.
Casi no nos damos cuenta, pero ya va un tiempo que, entre distracciones y globos sonda, nos están apretando cada día más. ¿Y por qué? Simplemente porque nos dejamos apretar. No hay otra. Y, como el/los que aprietan lo saben, y llevan haciéndolo hace mucho tiempo, de vez en cuando aflojan un poco para que, parezca, nos sintamos sin oporesión. ¿No lo pillas?
Va a hacer una década (¿cómo suena ehhhh?) que me involucré en el mundo del network marketing. Porque, de la venta directa, ya llevo participando desde la infancia (un día os cuento lo de aquel bar que montamos entre cuatro, cuando teníamos sobre 8 años). Pues bien, resulta que ahora intentan utilizar, y utilizan, los mismos sitemas que los opresores (vamos a seguir llamándolos así) desde tiempos inmemoriales vienen utilizando y que, dependiendo de sus intereses, a los sistemas que les copian, unos días, de repente, son ilegales.
¿De qué hablo? Pues está claro, de las pirámides. Y, estas, no son egipcias, mayas o de Bosnia… ¡¡no!! Hace bien poco saltó al mundo relevante de la información, la, al parecer, gran estafa de una compañía brasileña que utiliza el network marketing o MLM. Un sistema que, según nos explican las autoridades competentes (porque incompetentes también las hay), se basaban en el engaño y posterior estafa de algunos (muchos, al parecer) con sus dineros. No quiero entrar a valorar o no, si es o ha sido una estafa, porque, en primer lugar, yo no participé en y con la sabida empresa. Además, como el mundo anda tan rápido, igual mañana, y de repente, en alguna de la que participo, quizás sea «lanzada» a las hogueras que los «oprimidos» (vamos a nombrarlos así) les gusta mantener vivas y, de cuando en cuando, para en vez de reconocer sus propios errores y dar pasos hacia cambios efectivos, se lanzan a unos cuantos individuos a quemarse entre esos fuegos ardientes (desprestigio, calumnias, acusaciones, denuncias, juzgados, condenas, cárcel, etc).
Claro, como cada día se siente y se padece más miedo a través de los medios y, sobre todo, a pie de calle… Como ya consideramos de mal uso y hasta sucio, el manejar y utilizar billetes y monedas (con lo limpio y fácil que nos «limpian» con las tarjetas de plástico… Como ya es mayor suerte el poder disfrutar de un trabajo que si nos toca la lotería… Como ya es normal vivir en el siglo XXI con prebendas y beneficios medievales (pero para unos pocos ehhhh)… Pues eso,que no nos enteramos. Que a las élites «opresoras» no les gusta que el número de personas, con relativa indepedencia económica, siga aumentando, pues eso, de vez en cuando, vamos y metemos en el saco del mundo piramidal (lo que ellos practican) y lo satanizamos. Que no hay derecho a que unos pocos roben a la mayoría ¿verdad? Por supuesto, eso es una estafa. Porque una persona con el dinero suficiente para pagar sus necesidades básicas, se pone a pensar e igual le da por hacer una evolución (¡¡sí!! EVOLUCIÓN). Que lo de las Revoluciones, a la larga, nunca nos han beneficiado a la mayoría.
Tras lo cual, y para no divagar mucho, os invito, ahora que estamos casi todos parados (unos de verdad y otros de vacaciones), a que reflexioneis sobre cuales y quienes forman las verdaderas pirámides y, si es posible, poco a poco, vamos poniendo los hechos en el lugar que merecen, y no en el que nos quieren imponer. ¿Qué hay muchas estafas? Os lo compro. Pero, los que teneis la suerte de ir a compraros una vivienda, pedir que os den el dinero físicamente para ir a pagarla, y luego me lo contáis ¿de acuerdo? Os deseo una feliz vida, porque la felicidad de las vacaciones ya se terminan pronto 😉
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