Llega una nueva temporada de colegio y, ahí cerca, con ella enseguida se acercan los fríos y humedades que se dan en las próximas estaciones del otoño e invierno. Aparte de la preocupación que suele conllevar los piojos y la vuelta al cole, solemos pasar inadvertida la forma en que preparar a los más pequeños ante los cambios que se avecinan. En un principio suele aparecer un estado de estrés ante los cambios que origina incorporarse al colegio (abandonar la diversión y libertad del verano, los nuevos libros, cambio de profesor, nuevos amigos, hasta es posible que haya un cambio de colegio).
Y es que lo más común y fácil es volcar la responsabilidad en los virus; sin embargo, ellos son parte de nuestro entorno. Pocas veces reparamos en su estado general, su alimentación, su ánimo y en las medidas lógicas de protección que no dejen que los ataques se quede sólo en eso, en simples ataques. Además, en las últimas décadas, solemos dejarlo todo en las manos de los médicos y los medicamentos que, ante su resistencia por parte de los virus, suelen redundar en períodos más largos para vencer a las enfermedades más comunes.
Aquí te ponemos alguna de nuestras reflexiones:
– Su sistema inmunitario va haciéndose lentamente (suele culminarse sobre los 12 años de edad), aunque existe un producto 100 % natural, sano, perfecto, siempre disponible y estéril que les ayuda a mejorar sus defensas y a resistir mejor a los contagios: la leche materna. Un producto gratis que pueden tomarlo tranquilamente hasta los cinco o seis años; sus propiedades, como «medicamento» y como alimento, no disminuyen con los años sino que se adaptan a las necesidades del niño y concentran estas propiedades.
– Otra de las mejores formas es evitando enfriamientos, aunque tampoco tenemos que obligarlos a vivir en una burbuja. Abrigarse lo suficiente, sin excesos, con una calefacción moderada y evitar los cambios bruscos de temperaturas. No fumar delante de los niños es muy importante.
– En lugares cargados de contaminación, es otro factor que favorece contagios y problemas respiratorios, por lo que para favorecer las defensas de nuestros hijos deberíamos darles la oportunidad de respirar aire puro. Convien ventilar la casa a diario y dejar que entre el aire limpio.
– En cuanto a su higiene, conviene no educarlos en una higiene excesiva, ya que es perjudicial para la piel e incluso puede ser que predisponga a alergias y otros trastornos, pero lavarse las manos antes y después de comer y siempre que vayamos al baño, es una buena costumbre.
– El tema de la guardería concita opiniones enfrentadas, aunque se hacen indispensables para los padres que trabajan y, ante esa necesidad, si no hay otras posibilidades más personalizadas, poco se puede hacer. Y es que los niños que van a la guardería enferman más habitualmente según las estadísticas. Si es posible, mejor en casa con sus padres o familiares cercanos y así se les evita tener que madrugar, frío e, incluso, el sufrimiento emocional que les produce la separación temprana a algunos.
– En cuanto al tema de la alimentación, la cual ha disminuido su calidad bastante en los últimos tiempos, una buena nutrición ayudará a resistir mejor los contagios. Primar unos alimentos con proteínas suficientes, verduras crudas y cocidas, fruta, cereales (mucho mejor si son integrales) y legumbres son la base de un alimentación completa y equilibrada que hará de los niños personas más sanas. Está de más añadir que sobran los dulces, zumos, batidos, bollos y chucherías y snaks en su alimentación diaria, tan llenos de azúcar, sal y grasas de mala calidad. Aunque, desde nuestra parte, como hacemos con los mayores, recomendamos añadir unos buenos suplementos nutricionales. Y nosotros estamos contentos de poder contar con el DuoLife SunVital Natural KIDS Formula, un jarabe (tan sólo 5 ml) que contiene ingredientes vegetales naturales y zinc orgánico para fortalecer la inmunidad en los niños a partir de los 6 años.
– Y lo más importante es que no nos olvidemos de que son niños y que, por ello, necesitan desarrollarse mediante el juego; así como también es muy importante el tiempo para descansar y dormir que su cuerpo los pida; sin olvidarnos del tema emocional intentando no hacerles pasar bajo la tristeza, el miedo o la depresión. Esto último, hace mucha mella en sus sistema inmunológico.
He leído con gran interés su artículo sobre ¿Cómo reforzar las defensas en los niños?
y puedo decir que es uno de los mejores artículos que he
leído.