Bola y Ebola.

Bola y Ébola.

Hoy, y después de la que está cayendo a nuestro alrededor, quiero escribir para agradecer el trato y profesionalidad recibida ayer, tras acudir para que viesen y evaluasen mi bola del pié.

Después de unos días, en los que con algo de preocupación, y algo de molestias y dolor, tras un excelente golpe en mi querido y apreciado dedo pulgar derecho de mi pié derecho, me decidí acercarme a comprobar que no hubiese nada roto ni nada fuera de lugar, al hospital público Alvarez Buylla de Mieres del Camín (Asturies). O sea, mi paraíso egoístamente.

Eran poco más de las cuatro y media de la tarde cuando me personé en urgencias de dicho hospital (caminaba con molestias y cojeando), cuando desde el primer momento ya sentí que iba a estar mejor que nunca. Una silla con ruedas, para que no forzase. Toma de datos con normalidad, amabilidad y sin preguntarme porque estaba allí (ya que, en realidad, me tocaría haber ido a otro hospital). Un centro, por cierto, recién estrenado hace poco más de unos tres meses, que carecía del más mínimo rayón.

Y en poco más de una hora, ya estaba en la calle. Sin tener ningún remordimiento y, por supuesto, sin nada malo en el diagnóstico que lamentar o padecer. Bueno, claro está, que habría que darle un poco más de tiempo, ya que, aparte del golpetazo que me había ocasionado, es una zona un poco delicada.

Por ello, este post para dar y enviar las GRACIAS a quienes, últimamente, están siendo cuestionados por sus jefes políticos, en tanto en cuanto realizan labores con respecto al virus del ébola en Españistán. GRACIAS sinceramente, por la normalidad, amabilidad y rapidez con la que me habéis tratado. En cuanto a esos haraganes que critícan a sus empleados y hacen cosas sin fundamento (por ejemplo, dar medallas a la virgen), no merecen más tiempo. GRACIAS.