Hoy decidimos abordar un tema bastante más frecuente de lo que parece: el reflujo gástrico. Quizás nos viene hablar de ello en una época determinada del año que coincide en los dos hemisferios, y que no es otra que la llegada del verano/invierno (dependiendo de en cual nos encontremos); ya que con la llegada de estas dos estaciones, suelen producirse los cambios más drásticos en nuestra alimentación y hábitos. Pero claro está, el tema de la acidez estomacal afecta a la forma en lo que lo combaten quienes lo padecen… De un lado, y casi mayoritariamente, están quienes utilizan los antiácidos proporcionados por la industria farmacéutica y el sistema de la enfermedad; de otro lado, nosotros, proponemos acudir a solucionar la causa del problema (puede desencadenarse por fumar, comer en exceso, comer alimentos grasos, picantes o altos en cafeína, estrés, obesidad y ciertos medicamentos), además de utilizar el aloe vera como un remedio y una forma de prevenir las citadas molestias o, en muchos casos, la diagnosticada enfermedad.
Primero os vamos a hablar, a través de lo que recomienda la medicina moderna, por medio de la industria farmacéutica: los medicamentos contra la acidez estomacal por el reflujo gástrico. Uno de los medicamentos más comunes recetados para tratar la acidez estomacal y el reflujo ácido son los inhibidores de la bomba de protones (PPIs por sus siglas en inglés) o medicamentos que de manera muy efectiva bloquean la capacidad del estómago para producir ácido. Mientras que eso podría sonar como algo fantástico, en la mayoría de los casos esta es la peor de las situaciones, ya que es importante comprender que el reflujo ácido no es causado por el exceso de ácido en el estómago, sino que más bien es una enfermedad que se relaciona más con la hernia hiatal (afección en la cual el ácido se sale de su estómago, que es el lugar en donde debería de estar); y es que a principios de la década de los años 80, el doctor Barry Marshall (médico australiano) descubrió que un organismo llamado helicobacter pylori causa un nivel bajo crónico de inflamación de la mucosa del estómago, que es en gran parte responsable de producir muchos síntomas del reflujo ácido. Una de las explicaciones del porqué suprimir el ácido del estómago es tan ineficaz, es porque cuando disminuye la cantidad de ácido en el estómago, suprime la capacidad de su cuerpo para eliminar la batería helicobacter; por lo que, suprimir la producción de ácido en el estómago, tiende a empeorar o prolongar la enfermedad.
Los inhibidores de la bomba de protones, que no fueron diseñados para personas con acidez estomacal, son utilizados por entre el 60 % y el 70 % de las personas que tienen una acidez estomacal leve (los cuales no deberían tomarlos); porque no se está combatiendo la causa principal, y porque se están exponiendo a otros problemas de salud potencialmente más peligrosos, como suele suceder con la mayoría de los medicamentos. Por ello, incidir y recordar que el 95 % de los casos de acidez estomacal son causados no por el exceso sino por tener poco ácido en el estómago, lo que hace que estos medicamentos pueden producir efectos secundarios graves, como por ejemplo: neumonía, pérdida de hueso, fracturas de cadera (un estudio sobre 135.000 personas de más de 50 años, aquellos que tomaron dosis altas por más de un año resultaron 2,6 veces más propensos a las fracturas de cadera), infección por Clostridum difficile (una bacteria intestinal dañina), dolor de cabeza, náuseas, diarreas, dolor abdominal, fatiga y/o vértigo. Otro ejemplo que no debemos pasar por alto, ya que se manifiesta a lo largo del tiempo, es que el uso continuado de los inhibidores de la bomba de protones para el reflujo gastroesofágico y la acidez estomacal, acelera el envejecimiento de los vasos sanguíneos y produce daños en las arterias (según un trabajo de investigación de la American Heart Association); lo que conlleva producir condiciones propicias para enfermedades cardiovasculares, insuficiencias renales y demencias vasculares.
Mientras que si decidimos optar por soluciones naturales, y más al alcance de cualquier persona, hasta el mismo agua podría ser mucho más efectiva que los medicamentos antiácidos en cuanto a su efecto sobre el pH gástrico; por ejemplo, los participantes de un estudio recibieron un vaso de agua y antiácidos (ranitidina, omeprazol, esomeprazol y rabeprazol), tras lo cual su pH gástrico fue registrado durante 6 horas después de tomar el medicamento: mientras el agua aumento el pH gástrico por encima de 4 después de sólo un minuto, por el contrario al antiácido le llevó dos minutos (a la mayoría de los medicamentos les tomó más de dos horas).
Sin embargo, creemos que siempre es mejor acudir a la raiz del problema y prevenir, por lo que siempre recomendamos, como paso previo, el llevar a cabo cambios en el estilo de vida La otra opción por la que escribimos hoy, que es compatible con el agua mineral natural, es en la que puedes usar aloe vera en líquido para tratar el reflujo ácido. Mientras que el aloe vera bebible de LR (en líquido) puedes consumirlo sin problema alguno, de otro lado la hoja del aloe vera es un laxante y se debe de tener en cuenta ese factor. También conviene saber que, entre el gel y el zumo del aloe vera, existe una diferencia en cuanto al sabor más amargo por parte del primero. Pero lo importante, es que adquieras y disfrutes de un zumo de aloe vera que esté libre de herbicidas y pesticidas; y eso, en el caso del aloe vera bebible de LR, te lo garantizan organizaciones independientes como el Consejo Científico Internacional de Aloe (IASC) y el SGS Instistut Fresenius. También recordar que, aunque se trata de un producto natural, puede producirte algún efecto secundario; por ello si quieres hablar con tu médico antes de tomar aloe vera bebible, sobre todo si estás embarazada o estás dando de lactar, estás en tú derecho de hacerlo. Aunque, y desde nuestra parte, tomándolo sin excesos (y llevamos muchos años), jamás hemos tenido ningún problema; más bien todo lo contrario, sólo hemos encontrado beneficios.
Pero recuerda que el aloe vera bebible no es milagroso, sino realizas cambios en tu estilo de vida. Para comenzar, dejar de fumar (si lo haces) y hacer ejercicios para bajar de peso, te ayudarán a combatir el reflujo gástrico. También puedes consumir porciones más pequeñas en cada comida para proporcionar menos estrés a tu estómago, y no comer de dos a tres horas antes de ir a dormir para no acostarte con comida en tu estómago; el comer más despacio para que tu estómago pueda digerir tu comida rápido y con facilidad, es una excelente decisión. Sólo queremos decirte que tú nutrisalud es tú decisión; si por el contrario, quieres o necesitas más información, o aclarar dudas, o más datos, siéntete con la libertad de contactarnos a través de nuestro email de contacto [email protected], nuestro teléfono +34 902 024212, nuestro teléfono móvil +34 684 058985 (WhatsApp o SMS) ó bien nuestro canal de Skype (xunego).