Casi todos tenéis claro que las energías negativas, son aquellas que nos afectan cuando no estamos vibrando en la frecuencia de la LUZ; sea consciente o inconscientemente, ¿cierto? Aunque también estamos dispuestos a ser «afectados» por las energías positivas. De nosotros va a depender cual es el tipo de energía que va a condicionar nuestros pensamientos o actos a nivel individual.
Pero para la mayoría, esos que ni conocen los tipos de energías ni ponen interés en saber nada acerca de ellas, el dejarse llevar por la ira, la rabia, el dolor, la frustración, la tristeza o la depresión llega a debilitar las defensas naturales, incluido el sistema inmunológico. Y ello a pesar de que hoy día, se ha comprobado que las emociones determinan nuestro estado de salud o de enfermedad.
Por ello nos interesa alejar las energías negativas; esas que no sólo pueden surgir de nosotros mismos, y lo mismo pueden venir de otras personas con las que nos relacionamos, y también, sin olvidarnos de ello, de entidades espirituales. Por eso conviene, de vez en cuando, el acercarse y participar en un taller de Constelaciones Familiares, en el que podamos trabajar y alejar las energías negativas de las que no somos capaces de desprendernos.