Con estas palabras, Avon daba a conocer, mediante un comunicado en su web, su decisión de abandonar el seno de la DSA (Asociación de Venta Directa y/o MLM en USA): «Avon ha tomado la decisión de abandonar la DSA en Estados Unidos, basado en nuestra creencia de que la asociación no está haciendo lo suficiente por y para Avon y nuestros representantes. Estamos comprometidos con la venta directa en los mercados de todo el mundo y, por supuesto, también en los Estados Unidos. Nuestra máxima prioridad es el apoyar a nuestros 6 millones de representantes alrededor del mundo. Nosotros tenemos éxito, cuando ellos tienen éxito»
Aunque es sabido que, recientemente, la empresa ha tenido algunos problemas financieros durante el último año y que, la numerosas empresas en la DSA muestran un crecimiento e impulso, Avon se basa principalmente en dos puntos:
– creen que la agenda de la DSA está demasiado enfocada hacia algunas empresas en particular, en vez de hacia toda la industria de la venta directa.
– y, también, que el código de ética de la asociación en los USA debe de ser revisado y modificado, para dar una versión más acorde con la industria en el citado país.
Hay que aclarar, que Avon sólo abandona la DSA norteamericana, permaneciendo vinculada, tanto a la asociación mundial como al resto de las asocicaciones en los países en los que comercializa sus productos. Pero nosotros nos preguntamos, si éste anuncio no llevará un abandono en cadena en el resto de asociaciones nacionales. En España, por ejemplo, la AVD no es un órgano precisamente que se caracteriza por su movilidad y presencia en la vida comercial española. Pero hay otros muchos países, donde la venta directa tiene un mayor peso y, por tanto, cuenta con mayor número de personas y empresas dedicadas a llevar sus productos a través de ésta opción. Pero no debemos de olvidar que Avon, es la segunda mayor empresa de este tipo en el mundo por facturación, y la más antigua en el sector. Por lo tanto, sus decisiones pueden afaectar, de una u otra manera, el devenir en las relaciones entre las empresas del sector.
Pero, a modo de resumen, para Avon es muy importante, según manifiesta a través de su CEO, Sheri McCoy, que siguen apostando todo hacia la venta al por menor. Sin incidir, entre sus representantes, el fomento hacia la venta de productos de merchandising de la propia empresa, ni el de productos de formación. Recalca que su política de ganancias es razonable, y que sólo ofrecen ganacias hasta tres generaciones. Por lo que no cuentan con exceso de producto almacenado, lo que les hace centrarse en la venta al por menor y no en ofrecer comisiones de ventas infinitas