¿Quién no ha tenido nunca reuniones de negocios? Que levante la mano…
Suele suceder que en la mayoría de los casos, las reuniones de negocios son demasiado cotidianas o no estamos acostumbrados a las mismas. El caso es que unas veces por exceso y otras por defecto, no les prestamos la debida atención y, muchas veces, el comportamiento de los miembros puede llegar a sorprendernos o, peor aún, dejarnos boquiabiertos.
Por ello, nos atrevemos a proponer una serie de actos, que sólo tienen la finalidad de que la citada reunión se lleve a cabo con atención, buen clima y positiva actitud. Repetimos, unas pinceladas generales, ya que éste campo daría para mucho más al respecto. Como por ejemplo, el lugar, la indumentaria, la hora, etc, etc.
– En primer lugar, y básico, es tener cuando y donde se va a celebrar la reunión. Por ello, es aconsejable revisar, tanto el email como la agenda, con un mínimo de 24 horas de antelación. Así mismo, si tienes que organizar una, que sea, como mínimo, con una antelación de 48 horas.
– Algo deseable es, que la reunión comience y termine a la hora fijada a tal efecto. Por lo cual, sería bueno llegar con unos cuantos minutos de adelanto a la celebración de la misma. Durante los cuales, podemos aprovechar para dialogar con otros miembros, acceder al baño, aprovechar para beber… ¿Qué os parecen 10 minutos? Así, y con esa dinámica, si surge cualquier imprevisto, tendremos un colchón de tiempo.
– Una cosa está clara: si deseas no ser interrumpido durante una reunión de negocios, procura no hacer tu lo mismo. Además, hay que tener precaución con los dispositivos móviles y con nuestro comportamiento, para no distraer, tanto al ponente como al resto de participantes.
– Si tenemos que exponer o participar durante la misma, conviene ser directo y no divagar mucho. Es decir, ir al grano. Además, si tenemos que discrepar, hacerlo en un tono adecuado, sin ser o parecer desagrable. Y, muy importante, hay que tener cuidado con nuestras divergencias: siempre hacia los hechos o ideas y nunca hacia las personas.
– Por último, suele ser muy común, el enviar mediante un email lo acontecido durante la reunión, las propuestas o hechos a desarrollar por los partícipes en la reunión de negocios. O simplemente un resumen. Así que no desconectes hasta la próxima, y dale seguimiento a lo acontecido en la reunión durante las siguientes 24 horas, porque puede que algo se te haya escapado de tu control.
Y recuerda, que vale más un lápiz pequeño que una mente grande.