Si hay algo que no me gusta casi nada, es la frase que muchas personas utilizan, y cada vez más, la de una nueva normalidad para referirse a nuevos tiempos. Porque nuevo y novedades, siempre acontecen sin importar que se den buenos o malos tiempos. Y, según mi parecer, solo parece convenir una normalidad acompañada de precariedad, miedos, censura (mucha censura) y pocas discusiones; cuando algo nuevo debería suponer más comodidad, más confort, más economía o menos gastos (depende de quien sea el entrevistado) y, por supuesto, más libertad.
Lo que está claro que más comodidad entra en el mundo del comercio a través del aumento, sí o sí por la situación creada, del ecommerce. No ya el realizar compras ahorrando tiempo para otros menesteres, sino también fomentando, ante tanta soledad del ser humano viviendo cada vez más en megaciudades, la adicción de las compras como «enfermedad». No voy a ser yo quien niegue ni reniegue las ventajas, pero también apunto, cuando es necesario, los inconvenientes (sobre todo quienes ya utilizamos estos servicios desde hace años). Sirva como ejemplo el anuncio de la mayor empresa del mundo del comercio online, con la construcción ( a tan solo 15 minutos de mi casa) de un nuevo centro de distribución para sus mercancías.
Y es que los datos vienen a demostrar este cambio. Como por ejemplo lo demuestra el hecho de que un 40 % de los compradores, tuvieran su primera experiencia de compra de alimentación online desde el mes de marzo de 2020; o que la distribución/venta directa al consumidor ya alcanza al 46 % de las compras. El ecommerce ha dejado de ser una oportunidad de futuro y se ha convertido en una realidad muy presente (que se lo pregunten a los pequeños comercios y sus dueños). Hasta en un país muy poco dado a este sistema, como es España, se ha generado un incremento del 40 % del ecommerce desde marzo del año pasado; con más del 75 % de los internautas españoles realizando compras online. Y todos estos datos apuntan a un aumento, en mayor o menor medida, durante los próximos doce meses.
También es cierto que hasta el momento, nunca ha habido una oportunidad como esta para desarrollar una propuesta verdaderamente relevante y atractiva para ofrecer en el mercado. Tenemos que reconocer que el consumidor ha evolucionado y mucho más rápido que en los años anteriores, por eso debemos buscar en el entorno del comercio online, como hace tiempo que he apostado; aunque hay que reconocer, también, que efectuar una inversión puede resultar complicado. Un ejemplo de ello puede ser el de una compañía de cosmética en China que, tras cerrar el 40 % de sus tiendas durante la crisis, desplegó a más de 100 de sus asesores de belleza en la red a través de herramientas como WeChat (sirve también cualquier otra plataforma de webinarios); y como resultado, sus ventas en Wuhan, se triplicaron con relación al año anterior. Y es que lo único que parece cierto, es que el ecommerce ha salido fortalecido y es ya una nueva realidad. Pero nunca conviene olvidar a las personas.