Hoy la fotografía que suelo hacerme (y difundir por las redes sociales) al recibir la revista Ballena Blanca va con dos ejemplares, y a la que estoy suscrito, porque alguien de Correos optó por la vía «Guaidó», es decir a la brava, para introducir el último número en mi buzón, en vez de dejar el correspondiente papel/aviso para pasar a recoger en la oficina de La Pola (Siero-Asturies).
Y es grave, para mí, porque con el anterior número ya hizo (si fue la misma persona) el uso de fuerza para introducir en el buzón (reglamentario y en perfecto estado de conservación); aunque, de aquella, sólo salió dañado el sobre y, por lo tanto, no decidí reclamar. Luego está el trato que el cliente, en este caso yo mismo, recibe por parte de la responsable del reparto (sí, una mujer). A la cual, hay que insistir para poder hacer una reclamación ya que ellos, y según ella, los carteros, «están trabajando y los envíos ordinarios les da lo mismo». Cabe señalar que la cartera que reparte por aquí, antes de mi pertinente reclamación era todo sonrisas y ahora ya ni saluda.
En fin, que como no recibí ni una sola mueca de disculpa (por supuesto tampoco palabra alguna), para con la rotura de una revista que cuesta 7 €, me he hecho con toda la documentación referente a las leyes (Real Decreto 1829/1999; Ley 43/2010 y Ley 9/2014) que regulan el reparto postal y que, por supuesto, dentro de poco me pondré a estudiar y, si es posible y oportuno, aplicar para que quien con desprecio hace su trabajo, el mismo no se lleve a cabo en lo que concierne a mis envíos. Agradecer, desde aquí, el trato recibido por parte de la revista Ballena Blanca, la cual, también, se pondrá por su parte a meter mano en esta reclamación (como no se podía esperar otra cosa…).
Nota: El ejemplar doblado, está así porque es como lo encontré dentro de su sobre en el interior de mi buzón.
PD: Si alguien sabe de alguna ley u otra similar concerniente al reparto postal y los que lo efectúan, estaré agradecido de recibir dicha información.