Muchas veces veis, y leéis, en mis redes sociales que hablo y/o comparto sobre cosas con la palabra LUZ: cursos presenciales, cursos online, frases, etc, etc. Y aunque algunos, muy pocos (la verdad), os atrevéis a preguntar de qué y sobre qué trata, todavía el resto os quedáis con el «gusanillo» dentro, en el mejor de los casos, mientras que otros, y seguramente, opinaréis de que es algo extraño que hace el «raro» ese (por mí).
Pues bien, como dice el título de hoy, «Soy (somos) y estoy (estamos) hechos de LUZ», vengo a escribiros que no es tan raro hoy en día hablar de la LUZ como una parte de nuestra biología. Ya que hace un par de años, aunque yo lo lleve haciendo (a través de cursos) y hablando sobre ello mucho más tiempo, un grupo de científicos descubrió que nuestro ADN emite biofotones, o lo que es lo mismo, LUZ. ¡¡Ojo!! No quiero decir que esta LUZ pueda verse a simple vista, ya que, como seres humanos, hoy día necesitaríamos disponer de un sentido de la vista mil veces superior al que cualquier persona promedio posea actualmente.
Pues bien, además, vienen a decir los científicos, que estos biofotones (partículas de LUZ que todo ser vivo emite) no sólo forman parte de nuestra estructura genética, sino que, a través de varios experimentos, estas partículas de LUZ están almacenadas dentro de nuestras células y, también, les permite a dichas células transferir energía e intercambiar información entre ellas. De hecho, han comprobado como viajan a través de nuestro sistema nervioso. Por ello, tan sólo quiero terminar que lo de ser, o denominar, a las personas como «seres de LUZ», no es un vocablo utilizado por algunos «raros» o «iluminados»… ¿de acuerdo?