Si hay algo claro, y casi compartido por la mayoría, es que todo debe de ir actualizándose y avanzando conforme a los nuevos tiempos ¿cierto? Pues en el caso del mundo de la nutrición, y con tanto bulo e iluminado que deambula por él, más si cabe ¿verdad? Pues nos llega la información, que desde la organización científica Dietética Sin Patrocinadores (DSP) se considera que la recién presentada «Pirámide de la Alimentación Saludable», por parte de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) sigue manteniendo, con meros retoques, los mismos patrones de alimentación que hace 25 años, lo cual supone un inmovilismo sobre evidencias científicas ya contrastadas y superadas.
Desde esta asociación científica sin ánimo de lucro, formada por profesionales y personas afines libres de conflictos de sesgos, de presiones y/o de patrocinios de la industria alimentaria, afirman que la forma gráfica de pirámide “ha demostrado poca utilidad para informar a la población de buenos hábitos alimentarios confundiendo en más ocasiones por el hecho de existir productos alimenticios para consumir de una forma moderada y teniendo en cuenta lo abstracto de este término” y pone como ejemplo práctico la guía MyPlate de la Universidad de Harvard; o bien como la pirámide australiana, que ha ido evolucionando de una manera más afín y consecuente con la evidencia científica del momento.
A continuación, os reproducimos los puntos en los que la DSP propone cambios y con los que nosotros estamos de acuerdo y concuerdan con lo que nosotros denominamos nutrisalud; así:
– Priorizar el consumo de frutas, verduras y hortalizas frente a otros grupos de alimentos. Teniendo en cuenta que la población en España consume los cereales en forma refinada en su inmensa mayoría, no tiene sentido poner este grupo de alimentos en la base ya que son productos de baja densidad nutricional pero alta densidad calórica.
– Eliminar la recomendación de alcohol y productos de consumo ocasional insanos y poner como productos a evitar dado los actuales problemas de salud.
– El mensaje debería ser más claro y más fácilmente entendible: evitar productos ultraprocesados. Volver a la alimentación tradicional, comidas elaboradas en casa, donde la base debería ser en su mayoría, alimentos de origen vegetal, principalmente frutas, verduras y hortalizas. También legumbres, frutos secos, semillas y cereales realmente integrales.
– Priorizar el consumo de alimentos frescos, de origen local, de temporada y con el menor procesado industrial posible. Incidir en la importancia de la estacionalidad ya que esto determina la sostenibilidad de la cadena alimentaria y la del mundo en general.
– Indicar la frecuencia de consumo de determinados grupos de alimentos, da a entender que éstos son indispensables para una alimentación saludable, como puede ser el consumo de lácteos. En particular, este grupo de alimentos no tendría por qué tener un grupo propio.
– No se hace hincapié en la importancia de la calidad de los alimentos seleccionados.
– Los conflictos de interés de la SENC claramente afectan en la elaboración de estas recomendaciones. Al visitar la página de la SENC, se encuentran diversas empresas colaboradoras.
He leído con gran interés su artículo sobre De pirámides nutricionales.
y puedo decir que es uno de los mejores artículos que he leído.