¿Quieres trabajar desde casa?
Ya sé que millones de mujeres lo hacen todos los días… Una cosa es llevar el hogar y realizar sus tareas, las cuales, y por suerte, cada vez más y más hombres colaboran y/o desempeñan; otra sería el teletrabajo, al que algunas empresas se van acostumbrando, al ofrecer a sus empleados la posibilidad de no tener que acudir al centro de trabajo habitual; y otra, a la que me voy a referir, es aquella actividad que cualquiera puede llevar a cabo sin tener un establecimiento comercial al uso.
Lo primero que quiero reseñar, que, aunque parezca muy bonito e ilusorio, no todo el mundo está preparado para llevarlo a cabo, o bien su día a día no es apto para muchos de quienes lo intentan. Me refiero, repito, a inciar una actividad comercial o negocio, en el que la oficina/tienda será tu hogar.
Lo segundo es que, aunque seas tu jefe, vas a tener que trabajar. ¡¡Sí, trabajar!! Los olmos, lamentablemente, siguen sin dar peras. Es decir, si vas a realizar una actividad comercial (la que sea) y no haces comercio, te anticipo será una ruina. Otra cosa es cuanto tiempo vas a dedicar al tiempo en la calle y cuanto al de tu hogar. Pero te aseguro que, aunque cada día estamos más conectados, a la gente, a los futuros y próximos clientes, les gusta ser contactados y, no lo olvides, ser visitados.
Tampoco conviene olvidar de que tipo de familia formas (unipersonal, con pareja, con pareja e hijos, con hijos sólamente, etc…), porque tendrás que tenerlo muy en cuenta, a la hora del tiempo dedicado al trabajo o actividad. Y, no olvides, que si antes trabajabas fuera, nadie te iba a interrumpir por parte de tu familia/amigos. Ahora, las cosas son diferentes, ya que saben donde vives y te ven por casa. Además, si convives con más personas, el factor del ruido y otros temas del día a día, puede que afecten a tu actividad, así como las actividades de los otros miembros.
Otro punto importante, es la apariencia física o imagen. Que antes cuidabas porque acudías a un centro de trabajo o empresa, y ahora no abandonas el pijama todo el día. Una cosa es salir de la cama y continuar con el mismo atuendo, y otra es presentar un aspecto cuidado. Debemos de estar visibles y/o presentables, ya que cualquiera puede acudir en busca nuestra, o bien, y hoy día es muy frecuente, tener que comunicarnos a través de skype u otro medio online con cámara con nuestros clientes o prospectos. La presencia no está reñida con la comodidad. No obstante, si deseas utilizar ropa de negocios ¡¡perfecto!!
Antes buscábamos excusas de tiempo o similares, para no realizar actividad física. Ahora no las hay. Y es muy importante dedicar o ubicar un tiempo para con el deporte y nuestra salud física. Una actividad deportiva frecuente va a redundar en nuestra imagen física, como emocional. El realizar deporte genera endorfinas, y eso vendrá muy bien a nuestro estado de ánimo, así como a nuestra capacidad de rendimiento, y nuestra capacidad para afrontar los distintos problemas.
Algo muy importante, es la productividad o tiempo que vamos a destinar a nuestra actividad. Si, desde el comienzo, marcamos unas líneas claras, mucho mejor. Ya que es muy fácil ir mezclando actividades domésticas (limpieza, comida, etc) con actividades profesionales. Por ejemplo también, si realizas alguna actividad con productos u opciones de negocio factibles de realizar internacionalmente, tendrás que tener en cuenta los distintos husos horarios y costumbres. Aquí la gestión del tiempo, va a ser muy importante para con nuestro éxito o fracaso.
Pero sobre todo ello, debemos quedarnos con la satisfacción que va a representar el poder gestionar nuestro tiempo y nuestra vida. No hay nada comparable. Unos días tendremos que dedicar más tiempo del previsto, para con un cliente o asunto. Pero, al contrario, otros nos va a permitir disfrutar de actividades y sensaciones que, antiguamente, sólo pensabamos que los ricos podían disfrutar. En el equilibrio va a estar la diferencia. Pero, recuerda, que no hay que olvidar que todo, todo, va a depender únicamente de nosotros. Eso sí, espero que lo logres, porque merece la pena intentarlo y conseguirlo